A Monseñor Miguel Pérez Burgoa: In memoriam desde Maipú – Mendoza – Argentina Archivo - Archive Febrero 2021 Noticias - News 28 de febrero de 202128 de febrero de 2021 Mag. Marisa Avogadro Thomé – Periodista – Escritora Maipú- Mendoza- Argentina marisaavogadro@uolsinectis.com.ar Monseñor Dagoberto Pérez Burgoa: In Memoriam Si sos maipucino y conociste al «Padre Pérez», posiblemente recuerdes esta piedra pintada «Hoy llegó un amigo usted», que lo acompañó en algunos de los lugares donde vivió. Si lo recordás, también te acordarás de su esencia. Y esta mañana, recordando que el 18 de marzo es el aniversario de su natalicio, decidí compartir un relato que escribí en su memoria, en una publicación que se realizó a su partida de este mundo. Todas la semanas venía un día determinado a comer con nosotros, en mi casa y era un miembro más de la familia. En los tiempos que corren, hablar de ética, solidaridad, servicio, cooperación, ayuda desinteresada, no deja de ser un lujo. Sobre todo, cuando en una sola persona se reúnen todos esos valores que, para algunos «no cotizan en plaza», pero para otros son la verdadera esencia de la vida. Todo esto y aun mucho más fue la vida de Monseñor Miguel Pérez Burgoa, quien siempre exaltaba estas «historias de vida». Hoy, cuando ya ha partido, me atrevo a hablar en nombre de una comunidad, a la que solicito licencia por estas líneas, para resaltar «su historia de vida». En tiempos en que los buenos ejemplos no abundan, el Padre Pérez fue un ejemplo de vida; su vida fue un hacer y un servir. Todos tuvieron de sus labios la palabra adecuada en el momento preciso. Todos los que llegaron a él recibieron sus manos y su corazón. No en vano cosechó tanto amor y respeto de toda una comunidad. Siempre me repetía una célebre frase: «Que no se acabe la raza de los santos y de los poetas», porque me explicaba que nosotros, los poetas, teníamos la capacidad de ver esas pequeñas cosas, intrascendentes para muchos. Hoy, yo le pido a Dios que no se acabe la raza de los sacerdotes como Miguel Pérez Burgoa, porque varones de bien, de ética, entrega y servicio como él, son los necesarios para seguir creyendo que en este mar de incertidumbre en el que nos ha tocado vivir, hay posibilidades y cabida para la verdad, la fe, la esperanza y la caridad. ¡Gracias por todo, Amigo!