Columna ComunicaSeguridad – Internet y el crimen organizado: las nuevas rutas de los delitos Archivo - Archive Ciencias y Comunicación - Science and Communication Junio 2022 10 de junio de 202217 de junio de 2022 Mag. Marisa Avogadro Thomé Diplomada en gestión de seguridad privada – Argentina marisaavogadro@uolsinectis.com.ar Nuevos modelos delictuales se abren paso en esta sociedad que cambia sus paradigmas no sólo para desempeñar roles, sino también para cometer ilícitos. Una sociedad real y una virtual, que presentan tierra fértil para la consecución de delitos, facilitados ahora por las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC): con hiperinformación, libertad, anonimato, ubicuidad, sin barreras de tiempo y espacio. Dentro de este nuevo escenario, mediatizado por los medios de comunicación, el crimen organizado (co) en todo el mundo, se expande. El crimen organizado es definido por el especialista mexicano, Dr. Bernardo Gómez del Campo como: “la reiteración de actividades ilícitas con la intención de explotar bienes y servicios con finalidades eminentemente lucrativas, formada por una estructura jerárquica, escalafonada, donde existe una sola cabeza y en el que las funciones se encuentran perfectamente definidas a nivel de recursos humanos, materiales y financieros necesarios para llevar a cabo la operación “. Esta actividad delictual comprende: el lavado de dinero, la narcocriminalidad, la trata de personas y tráfico de migrantes, el terrorismo, tráfico de armas, marcas falsificadas de diversos productos, tráfico de órganos, secuestros, robo de vehículos, cibercrimen, piratas en el mar. Asimismo, es definido por La Convención de Naciones Unidas contra el Crimen Organizado Trasnacional como “un conjunto estructurado de tres o más personas que exista durante cierto tiempo y que actúe concertadamente con el propósito de cometer dichos delitos, con miras a obtener, directa o indirectamente, un beneficio económico u otro provecho de orden material”. Las nuevas tecnologías Coexisten en la sociedad actual modelos de “modus operandis” delictuales diferentes: los de la delincuencia tradicional y los del crimen organizado. Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación que cambian escenarios en todos los ámbitos sociales, cumplen un doble rol respecto del crimen organizado. Por una parte, como verdaderas herramientas que favorecen el contacto internacional de las bandas; la globalización; la rápida gestión de la información que necesitan; la búsqueda de nuevos mercados para los productos que comercializan y sus respectivas rutas; el entrenamiento de las personas que actúan en esos círculos, por nombrar sólo algunos usos de estas NTIC en ámbitos delictuales. Asimismo, las nuevas tecnologías y el ciberespacio, son el lugar virtual donde se cometen delitos reales, ciberdelitos tales como: el robo de información de las computadoras, de información personal, daños en los sistemas informáticos, fraudes como estafas en temas económicos relacionados con tarjetas de crédito y con diversos servicios bancarios; comercio de pornografía infantil; delitos de pedofilia; robos y plagios de identidades personales; plagios de marcas de productos y de productos y servicios; trata de personas, delitos con derechos de autor. Escenario que hoy es aún más complejo debido a la emergencia sanitaria internacional y las situaciones que han derivado de ella, entre otros temas, las rutas de los migrantes y el tráfico de personas. Crimen organizado Esto es sólo un esbozo del escenario complejo referido a una forma de delitos, los del crimen organizado. Una situación que muestra un panorama de conexiones, interrelaciones, una problemática mundial. Una parte de la temática de la seguridad, que compromete a todas las instancias nacionales, internacionales, mundiales. Una tipología delictual que puede estar desarrollada por el momento más en algunos países que en otros. Pero una situación que debemos conocer, como ciudadanos, toda vez que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, colocan el mundo al alcance de un click. Un click también para delinquir y circular por las nuevas autopistas del delito.