La Unesco declara Patrimonio a Neuschwanstein y otros castillos en Baviera Archivo - Archive Noticias - News Número 24 - Julio 2025 18 de julio de 2025 Por Michael Evers y Ulf Vogler (dpa) Schwangau (Alemania)/París, 12 jul (dpa) – La Unesco declaró hoy Patrimonio de la Humanidad a los célebres castillos de cuento de hadas del rey Luis II de Baviera, entre ellos el de Neuschwanstein. En su reunión celebrada en París, la Comisión del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) incluyó en la lista del Patrimonio Mundial el castillo de Neuschwanstein, los palacios de Herrenchiemsee y Linderhof, así como la menos conocida casa real en el monte Schachen. Para Baviera, la decisión de la Unesco supone la realización de un sueño por el que estaba bregando por más de un cuarto de siglo. Los magníficos castillos, situados en un entorno idílico en la Alta Baviera, son un imán para los turistas desde hace casi 140 años. Las fastuosas construcciones de Luis II (1845-1886) atrajeron el año pasado a más de 1,7 millones de visitantes, muchos de ellos turistas extranjeros. «La inclusión de los castillos en la lista del Patrimonio Mundial es un reconocimiento excepcional a estos impresionantes lugares», afirmó la presidenta de la Comisión Alemana para la Unesco, Maria Böhmer. «Todos ellos son obras maestras arquitectónicas y dan testimonio de la imaginación artística, pero también de la excentricidad del rey de los cuento de hadas». Además de los obstáculos del procedimiento de presentación ante la Unesco, hace años quizá había aún más escepticismo que ahora sobre si la arquitectura de los castillos reales era realmente digna de ser declarada Patrimonio de la Humanidad. La arquitectura de estilo romántico tardío y la intención de imitar otra época se consideraban a menudo kitsch. Los castillos reales, construidos en la segunda mitad del siglo XIX, pretenden evocar la impresión de edificios históricos y despertar sueños y fantasías medievales. El castillo de Neuschwanstein, por ejemplo, se construyó como un castillo medieval, y el palacio de Herrenchiemsee se inspiró en Versalles. Sin embargo, en realidad, estos imponentes palacios son edificios modernos para su época. La Administración de Castillos de Baviera tituló «Sueños construidos» la candidatura al Patrimonio Mundial. Ya sea kitsch o cultura, el cine y Walt Disney se inspiraron hace años en los castillos de cuento de hadas bávaros. Así, la película británica de fantasía «Chitty Chitty Bang Bang», de 1968, se rodó en parte en el castillo de Neuschwanstein. Además, se dice que el castillo sirvió de inspiración a Disney para crear el Castillo de Cenicienta en su parque de atracciones estadounidense. El castillo bávaro también se parece al castillo de La Bella Durmiente en Disneyland París. Aunque el codiciado sello del Patrimonio Mundial no conlleva ninguna ayuda económica, aumenta la notoriedad y el prestigio mundial de los lugares culturales galardonados, lo que beneficia al turismo. El Estado se compromete a conservar y proteger a largo plazo los sitios del Patrimonio Mundial y debe informar periódicamente a la Unesco al respecto. Es poco probable que la nueva distinción sirva para atraer a más turistas. Y es que el turismo masivo, especialmente en los alrededores de Neuschwanstein, ya es objeto de críticas, aunque suponga un factor económico para los municipios colindantes. Anteriormente, Neuschwanstein podía atraer a más de 1,4 millones de personas al año, pero durante las obras de renovación recientemente concluidas se limitó el número de visitantes. Tras el final de las obras, ahora solo se permiten 45 visitantes por grupo en Neuschwanstein. Con ello se pretende garantizar que el edificio no sufra por la afluencia masiva. El Ministerio de Finanzas de Baviera, responsable de los castillos, subraya que se evitará una sobrecarga del monumento. La Unesco también tiene una visión crítica del turismo de masas. En la propuesta de resolución se recomienda establecer una estrategia más amplia para la gestión de visitantes. Con ello se pretende evitar los efectos negativos sobre el valor universal excepcional de los castillos. Según datos de la Comisión Alemana para la Unesco, antes de la reunión de este año había 1.223 sitios declarados Patrimonio de la Humanidad en 168 países. La mayoría de los 54 sitios reconocidos como Patrimonio Mundial en Alemania son culturales, como la ciudad medieval de Quedlinburg, en el estado federado alemán de Sajonia-Anhalt. Pero también hay sitios del patrimonio natural, como la mina de Messel, en Hesse, famosa por sus numerosos hallazgos fósiles. Otros sitios en Alemania incorporados por la Unesco a sus listados son los cascos antiguos de Stralsund y Wismar, la catedral de Colonia, el mar de Wadden y las fortificaciones romanas del Limes, la antigua frontera imperial.