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Aire del Líbano por el Dr. Elie Akouri – Español – Árabe

 

PhD. Elie Akoury – Escritor, profesor universitario e investigador en matemáticas – Líbano

elie.akoury81972@gmail.com

ARABIC VERSION

من المسؤول عن ضياع القيم؟

 

¿Quién es el responsable de la pérdida de valores?

En una época en la que los cambios se aceleran y las apariencias superan a la sustancia, surge con urgencia la pregunta: ¿Quién es responsable de la pérdida de valores? ¿Es el individuo que ha abandonado su conciencia? ¿O la familia que descuidó la educación? ¿O una sociedad dominada por el egoísmo y el materialismo? ¿O es una responsabilidad colectiva e interrelacionada?

Estas preguntas no son sólo un lujo intelectual o un intento de teorización, sino más bien un grito que emana de una realidad tangible: un niño que no respeta a su maestro, un joven que desprecia a sus mayores, un empleado que le roba su tiempo, un líder que descuida su confianza, una sociedad que aplaude la falsedad siempre que se embellece y unos medios de comunicación que promueven lo trivial y defienden lo corrupto… Así que la pregunta más importante es: ¿Los valores en los que fuimos criados ahora corren el riesgo de ser destruidos?

Estos valores no son lemas que enarbolamos en ocasiones especiales, sino más bien la base sobre la que se construyen las sociedades y por la que se mide su civilización. Cuando se pierden los valores, la estructura moral se derrumba, las relaciones humanas pierden su significado y los rasgos de humanidad desaparecen. Pero ¿cómo llegamos a este punto?

No hay duda de que la familia es el primer núcleo en el que la persona recibe sus primeros principios. Si falta la supervisión, el diálogo es débil y el papel de los padres y las madres como modelos a seguir declina, surgirá una generación perdida que no conoce autoridad ni respeta límites. Una familia distraída por las preocupaciones de la vida o del lujo, y que abandona a sus hijos a las pantallas y a las aplicaciones, carga con gran parte de la responsabilidad. ¿Cuántos padres hoy revisan lo que ven sus hijos? ¿Cuántos padres se han sentado con sus hijos y les han preguntado sobre el significado de la honestidad o la confiabilidad? Cuando la familia renuncia a su papel, abre el camino para que cualquier influencia externa ocupe el vacío educativo.

La educación también juega un papel importante en la pérdida o ausencia de valores. Las escuelas, por su parte, han abandonado su papel educativo y se han contentado con impartir conocimientos abstractos. No basta con enseñar matemáticas y ciencias a generaciones futuras si no les inculcamos honestidad, justicia y respeto. Los valores no se enseñan en un libro, sino que se viven en el comportamiento de los docentes, los currículos y las actividades. Si la educación sin crianza es como darle una espada a un niño. ¿De qué sirve llenar la mente de los estudiantes de conocimientos si no les inculcamos conciencia? ¿Cómo podemos pedir a los estudiantes que sean buenos ciudadanos si no les inculcamos desde pequeños los valores de respetar la ley, servir a la comunidad y ser compasivos con los débiles?

En muchas escuelas vemos que un estudiante tiene éxito porque memorizó, no porque entendió o se apegó a algo. Vemos a un maestro enseñando bajo la presión de la rutina, no porque sea un mensajero. La educación no sólo viene de las lecciones, sino también del entorno: cuando un alumno ve al director del colegio limpiando el patio por respeto a la limpieza, aprenderá más de mil lecciones teóricas.

Vivimos en una época en la que una estrella se crea a partir de un vídeo trivial, y en la que se premia a quienes hacen reír sin sustancia alguna. Los medios de comunicación, que se supone deben elevar el gusto del público, a menudo se han convertido en una herramienta para crear modelos distorsionados, presentando la imagen del éxito como riqueza repentina o fama vacía.

Los medios de comunicación tienen grandes responsabilidades, ya sean tradicionales o digitales. Ambos desempeñaron un doble papel. Si bien se suponía que eran un medio de concientización y construcción, a menudo se convirtieron en un medio de destrucción y distorsión. Los valores son pisoteados cuando se promueve la superficialidad, la violencia y la decadencia y se dejan de lado los verdaderos modelos a seguir en favor de estrellas ridículas del entretenimiento en nombre del momento y la publicidad.

La sociedad y la política estatal tienen un impacto significativo en la mente de los individuos. No se puede ignorar el papel de las políticas públicas y de los sistemas educativos y culturales en la formación o erosión de los valores. Cuando se recompensa a los corruptos y se castiga a los honestos, cuando se aplasta la competencia y se eleva la influencia del favoritismo partidista o sectario y del nepotismo, el sistema de valores se distorsiona desde la raíz y la verdad retrocede ante la falsedad, comenzando así las primeras etapas de la desintegración social y la pérdida de valores. …Entonces, ¿quién es el responsable?

La dolorosa respuesta es: todos somos responsables. Cada uno según su posición y rol. No hay manera de restaurar el respeto por los valores excepto reconsiderándonos a nosotros mismos, nuestras relaciones, nuestras responsabilidades y los modelos a seguir y la imagen del mundo que ofrecemos a la próxima generación.

Al final, nadie puede eximirse de responsabilidad. Vivimos en una sociedad interconectada, donde cada eslabón influye en el otro. No basta con culpar, hay que empezar por nosotros mismos. Criamos a nuestros hijos en valores, no en obediencia ciega. Exigimos un sistema educativo que produzca seres humanos, no sólo calificaciones. Consumimos medios de alta calidad. No aplaudimos la mediocridad, sino que vivimos los valores en nuestra vida diaria, no solo damos conferencias sobre ellos.

La pérdida de valores no es un destino, sino una consecuencia. Si queremos un futuro mejor, debemos reconstruir nuestro sistema moral sobre bases sólidas, empezando por la familia y extendiéndonos más allá de las políticas públicas para abarcar el concepto de humanidad en todas sus dimensiones. Los valores son los que protegen a las sociedades y dan a las personas su verdadera humanidad.

Dr. Elie Youssef Al-Aqouri

Beirut, 26 de abril de 2025

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