Fráncfort, 13 abr (dpa) – ¿Por qué algunas personas disfrutan más de la música que otras? En parte, es algo innato, según descubrieron científicos del Instituto Max Planck de Psicolingüística de Nimega (Países Bajos) y del Instituto Max Planck de Estética Empírica (MPIEA) de Fráncfort del Meno.

Para averiguarlo, el equipo utilizó un diseño de investigación en el que se compara la similitud entre gemelos monocigóticos y dicigóticos: en colaboración con el Instituto Karolinska de Suecia, los investigadores pudieron utilizar datos de más de 9.000 gemelos.

Los resultados se publicaron en la revista especializada «Nature Communications».

Los resultados dibujan «un cuadro complejo», explicó la coautora Miriam Mosing, del Instituto Max Planck de Fráncfort. «Demuestran que nuestro disfrute de la música no depende exclusivamente de nuestra capacidad para percibir sonidos musicales o de nuestra capacidad para disfrutar en general. Más bien parece que existen factores genéticos y ambientales específicos que influyen en nuestra percepción musical».

Además, los investigadores hallaron que diferentes facetas del disfrute musical están influidas por diferentes genes, por ejemplo, la regulación de las emociones, el baile al ritmo de la música o tocar música con otros.