José Almada Sad y los 200 números de «Hoja de Cedro» en 17 años de difusión del quehacer libanés Archivo - Archive Entrevistas - Interviews Número 22 - Noviembre 2024 9 de noviembre de 20249 de noviembre de 2024 Fundador de Hoja de Cedro José María Almada Sad de Uruguay José Almada Sad y los 200 números de «Hoja de Cedro» en 17 años de difusión del quehacer libanés Por Marisa Avogadro Thomé – Especial José María Almada Sad, profesional uruguayo de raíces libaneses y fundador de «Hoja de Cedro», una reconocida publicación que reúne a la diáspora libanesa a uno y otro lado del océano, fue entrevistado desde Revista Diafanís, con motivo de llegar a los 200 números de edición de la publicación, a través de 17 años de difusión del quehacer cultural libanés. «Considero que difundir y promover cultura no nos cansa jamás, sino que nos alimenta, nos nutre, nos da energía, nos hace aprender y crecer como persona cada día, y nos hace disfrutar la alegría de vivir. Es un tiempo invertido y disfrutado, nunca perdido», nos refería Almada Sad. Comprometido con el quehacer periodístico en su país de origen y el exterior; conferencista e integrante de diversas entidades libanesas, el fundador de la Hoja es un hacedor cultural que trasciende fronteras. Y en este recorrido de historia, cultura, con aromas a cedros y especias, la entrevista continuó: “Hoja de Cedro” llegó a los 200 ejemplares en 17 años de difusión. ¿Cómo ha sido este camino recorrido? Ha sido un camino de muchas satisfacciones, de construcción paulatina de una red de lectores de lo que me gusta llamar la “paisanada libanesa”, dentro y fuera de Uruguay. Y esa satisfacción se traduce en la relación de ida y vuelta con los que se comunican, ponderan, manifiestan su agrado o nos dan el oportuno tirón de orejas cuando corresponde. Y esa relación ayuda en la construcción personal, pues con cada lector aprendo algo nuevo a cada edición, todos los días del mes dedico momentos a la edición, y cada crónica o noticia que redacto, traduzco o corrijo, me da la oportunidad de conocer algo nuevo del milenario Líbano, y hasta de la comarca local de tal o cual lector de la diáspora, donde se encuentre. ¿Han influido los tiempos de paz y crisis en el país de los cedros en la aparición del boletín? ¿Qué implicancia tiene este medio de comunicación en la diáspora libanesa? Diría que no ha influido en la aparición de Hoja de Cedro, el hecho de que nuestro país de los cedros se encuentre en paz o sufriendo tragedias o crisis; en todo caso sí condiciona parte del contenido de la publicación según el momento; no es sencillo informar con respeto y la mayor objetividad posible la crisis económica y política que hace varios años vive Líbano, y sobre todo sus causas. Tampoco fue sencillo analizar las crueles consecuencias de la explosión del Puerto de Beirut, como no es fácil hablar en la Hoja de la tragedia injusta y enorme que vive hoy Líbano, con destrucción diaria de vidas humanas y miles de edificaciones. Y digo que no es fácil pues el mundo parece mirar para otro lado, o por lo menos sus tomadores de decisión y los grandes organismos, y en las últimas ediciones he debido cambiar algo el lenguaje, sin usar tono acusatorio, pero sí señalando crudamente responsabilidades, incluso de autoridades de mi propio país, Uruguay. En cuanto a la implicancia de la Hoja en la diáspora, no puedo hacer una autoevaluación, ese juicio deberían emitirlo los lectores en distintos puntos del mundo; lo que sí puedo decir es que pretendo poner un granito de arena a la cultura en general y a la libanesa en particular, he afirmado en mis editoriales que la publicación es una cascarita de arroz en el universo, o aunque como dijo la Madre Teresa de Calcuta, “somos solo una gota en el mar, pero el mar no es el mismo si le falta una gota…”. Como director de la publicación: ¿Cuál es el motivo conductor que lo ha movilizado y moviliza para seguir adelante con esta ardua tarea? La respuesta va de la mano con la de la primera pregunta; realizar la Hoja es estimulante, me genera constante adrenalina buena y la relación de ida y vuelta con mucha gente que la lee a la vuelta de mi casa o en los lugares más alejados del globo, es casi un premio y mejor que cualquier retribución material que pudiera recibir por algo que no considero un trabajo sino, un placer. Además considero que difundir y promover cultura no nos cansa jamás, sino que nos alimenta, nos nutre, nos da energía, nos hace aprender y crecer como persona cada día, y nos hace disfrutar la alegría de vivir. Es un tiempo invertido y disfrutado, nunca perdido. Advertimos un nuevo diseño, más secciones. ¿Se avecinan nuevos proyectos? En realidad periódicamente he ido incorporando algunos elementos que puedan hacer más amena la lectura y que la presentación visual sea más agradable. Si bien no acostumbro a proyectar sino modificar sobre la marcha, los sueños siempre están y ojalá pueda seguir incorporando mejoras, aun con la serenidad de los cedros, pero siempre en marcha y navegando como nuestros antepasados fenicios. Para aquellos lectores que no conocen detalles: ¿Cómo surge su publicación “Hoja de Cedro”? ¿Cuál ha sido el motivo que lo inspiró para crearla? ¿A cuántos países llega? ¿Se publica en diferentes idiomas? Allá por 2006 fui invitado a integrar la Sociedad Libanesa de Rivera ( Fundada en 1917 ) aquí en el norte de Uruguay – que hoy en 2024 tengo el honor de presidir – y debido a que toda mi vida había hecho periodismo, pensé que un aporte posible podía ser la publicación de un boletín o revista impresa de las actividades del grupo, con distribución entre los socios y amigos cercanos. Elegí el nombre haciendo un juego de palabras entre la hoja de papel de la revista con la hoja de nuestro árbol símbolo y quedó “Hoja de Cedro”. Desde el primer mes – Abril de 2008 – la envié por mail a paisanos y amigos, y allí tuvo un gran crecimiento debido al interés de los lectores, que se empezaron a comunicar y aportar noticias y materiales, y así creció hasta llegar a la realidad de hoy. En cuanto a los países donde llega, no lo puedo precisar, pero el retorno con saludos y comentarios me llegan de los más disímiles puntos de varios países de Europa, con colectividades de lectores muy fuertes en Canadá, Estados Unidos, Centroamérica, y gran cantidad de lectores en todos los países de Sudamérica y en el Asia casos como Japón y China donde tengo amigos que conocí en ambos países en cursos de periodismo allá, por ejemplo. En Sudáfrica leen mucho la Hoja, merced a la gran difusión que le da allá el libanés Ken Hanna, líder nacional de los descendientes, que “descubrió” nuestra Hoja en Facebook y ahora “tenemos línea directa”. Gran cantidad de lectores en el propio Líbano, y me honra que desde muchas embajadas libanesas por el mundo acusan recibo de la Hoja y agradecen. Sale electrónicamente por Whatsapp, correo electrónico y red Facebook. La versión en papel la distribuyo entre algunos lectores de mi ciudad Tranqueras, Rivera y Livramento ciudad de Brasil fronteriza con Rivera. También envío por correo convencional esa edición en papel a lectores “conservadores” que por edad o costumbre me la solicitan así, a varios departamentos de Uruguay incluyendo Montevideo. La Hoja se compone de secciones fijas como el Editorial, Vocablos del Diccionario del Español del Uruguay, Recetas de Cocina (“Manos a la Olla”), el curso “Dilo en Árabe” que me aportó el recordado Maestro Jorge Germenus de México, el Espacio de frases “Khalil Gibrán”, “Verdaderas Joyas Turísticas de Líbano”, al pie de varios artículos frases célebres y motivadores de autores destacados, los artículos del Ing. Carlos González que no son necesariamente “libaneses” pero es un tranquerense residente en San Pablo, Brasil, con gran cultura y experiencias por el mundo que abre el espectro de la Hoja a otros lectores. Además de las noticias de Líbano y en especial todo lo bueno que hace la diáspora en diversos países por el mundo, las instituciones, los profesionales, deportistas, el rol clave de la mujer libanesa en todos los ámbitos, y mucho más. La Hoja sale en español, con versiones básicas reducidas en inglés, también en francés con gran ayuda inicial delos libaneses residentes en Francia Maroun Hage y su esposa la cantante Mirna Ckáker. También en portugués, y en mandarín (chino) con ayuda de Zilli Wang ( era una de las 3 estudiantes de español de los 15.000 alumnos que tenía la Universidad de Nanchang ), y que la conocí allá en 2009 pues mi curso fue en esa universidad, y mantenemos el vínculo hasta hoy. Para las “Joyas Turísticas” me ayuda Rania Nawar una amiga libanesa guía turística profesional, que habla perfecto español y tiene familiares en Uruguay. Las frases al árabe me las traduce Thalia Rhame una periodista libanesa, operadora de Cruz Roja Internacional, le encanta el español en forma aficionada y “practica” con Hoja de Cedro. Esas mismas frases al japonés me las traduce el Prof. Yoshifumi Shomimura desde Kanagawa, un gran amigo que aprendió español en México y Uruguay donde cooperó en temas medio ambientales con los gobiernos. La mayoría de las recetas de cocina son el libro del gran amigo y paisano Jorge Miguel Cais Saba, de Rosario, Argentina, que tuvo la gentileza de obsequiármelo años atrás. Y en la vida hay que se agradecido, por lo que valoro a toda este gente amiga que ayuda, y muchos que no nombré pero están siempre allí, como los lectores todos, hombres y mujeres, que son los reales destinatarios de esta labor placentera como ya dije. Y agradezco a quienes reenvían la Hoja, a quienes la difunden y la promueven, como lo hace “Diafanís”, no solo con esta entrevista, sino en forma permanente. Y de esa forma siempre afirmo que Hoja de Cedro es una “construcción entre todos”, y no una obra personal e individual. Es así que llegamos al Número 200 en este Noviembre de 2024. Muchas gracias. Para visitar el ejemplar de Hoja de Cedro de noviembre y descargarlo de forma libre: https://revistadiafanis.com.ar/2024/11/hoja-de-cedro-de-noviembre-el-numero-200-cumpliendo-17-anos-de-difusion/