Aire del Líbano – Mi abuela y mi abuelo son una bendición de Dios por el Dr. Elie Akoury – Español – Árabe Archivo - Archive Ciencias y Comunicación - Science and Communication Setiembre 2024 5 de septiembre de 202426 de enero de 2025 PhD. Elie Akoury – Escritor, profesor universitario e investigador en matemáticas – Líbano elie.akoury81972@gmail.com ARABIC VERSION Mi abuela y mi abuelo son una bendición de Dios Es importante que los abuelos conozcan a sus nietos y que los nietos conozcan a sus abuelos, porque -como dice el profeta Joel: “Los abuelos vuelven a soñar a través de sus nietos, y los jóvenes toman fuerza de sus abuelos para avanzar y vivir la verdadera bendición y el amor puro”. En cuanto al Papa Francisco, en el Día Internacional de los Abuelos y de las Personas Mayores, dijo: “Y siguen dando fruto en la vejez, es una buena noticia y un verdadero evangelio”. Los abuelos son un regalo precioso y una bendición inestimable en nuestras vidas. Son un símbolo de sabiduría, historia y experiencias que enriquecen nuestra vida y le dan un valor especial. La relación entre abuelos y nietos es una relación única, que abraza el amor, el respeto y el aprecio. Cuando reflexionamos sobre el papel de los abuelos, descubrimos que llevan consigo tesoros de experiencias y sabiduría que pueden ser una fuente de inspiración y guía para nosotros. A través de sus historias y compartiendo sus experiencias, descubrimos lecciones valiosas de las que podemos sacar provecho y a través de las cuales se fortalece nuestra identidad. Los abuelos dejan una huella imborrable en la vida de sus nietos, pues sus historias y vivencias pueden ser una gran fuente de inspiración y aprendizaje para las nuevas generaciones. A través de su historia y vivencias, podemos beneficiarnos e inspirarnos en los valores y principios que forman la esencia de sus vidas. Mi experiencia con mi «Abuela y Abuelo» fue excelente, pues sentí en el momento en que los visité siendo joven e incluso siendo joven que estaba en mi propio reino, un reino sin rey, ministros, guardias ni leyes, un reino de absoluta libertad, felicidad, generosidad y deliciosas nueces, almendras, piñones, pasas y frutas diversas. Dormir en la casa de mi Abuela y Abuelo fue 5 estrellas, pues rivaliza con los hoteles más lujosos del mundo e incluso los supera por mucho. Además, mi relación con mis abuelos encarna un vínculo entre el pasado y el presente, pues aprendí de ellos a estar arraigado a la tierra, preservarla, activar su identidad cultural y transmitir los valores familiares a los hijos de los hijos. Preservar estos vínculos y dedicar tiempo a pasarlo con los abuelos fortalece los lazos familiares y desarrolla el sentido de pertenencia e identidad. Los abuelos no se limitan al legado intelectual y emocional, sino que también se extienden a la transmisión de tradiciones y valores familiares y culturales. Fortalecer estos lazos con los abuelos contribuye a construir puentes entre el pasado y el presente y mejora la comunicación entre las diferentes generaciones. En definitiva, los abuelos siguen siendo una bendición inestimable, ya que representan un puente entre el pasado y el presente, y añaden un toque especial a nuestras vidas con su sabiduría, experiencias y amor. Así pues, preservemos nuestra relación con nuestros abuelos, y valoremos las bendiciones y riquezas que nos brindan. “Mi abuela y mi abuelo son una bendición de Dios” conlleva profundos significados que nos recuerdan la importancia de los lazos familiares y la valoración de la herencia cultural que llevamos dentro. Sí, mis abuelos son una bendición de Dios, son la locomotora del tiempo que lleva en sí las bondades del árbol milenario, de cuyas ramas crecen ramos de nobles hechos y hojas abundantes de sabiduría. Si miramos profundamente en nuestra historia, encontraremos los nombres de nuestros abuelos floreciendo como estrellas brillantes en el cielo del pasado, dibujándonos los caminos de gloria y honor que recorrieron. No son solo testigos del paso del tiempo, sino más bien gobernantes de las caravanas y pioneros sin inmunidad a través de las llanuras de las verdades y los monumentos del horizonte. Representan los pilares de la estructura que soportan las cargas de la historia y alivian las cargas del presente. Siempre que sentimos el calor de la familia y el esplendor de la identidad, recordamos los nombres de los antepasados como los senderos de la estrella que ilumina nuestro camino. Lleguemos a los que han fallecido y pidamos larga vida para los que están vivos. Dr. Elie Youssef Al-Aqouri Beirut, 3 de agosto de 2024