Dona Arrieta – Vice Presidenta en CINTE

Comunicación estratégica – Desarrollo humano – México

donnarrieta@gmail.com

Estoy aquí, parada con los pies dentro de la tierra húmeda, bien profundo y sin embargo, el agua no sube más por mi cuerpo, aunque arriba en la copa, puedo sentir la caricia del viento, es fresco como la menta, tocando mi hojas aún verdes.  Mis pesados frutos se están cayendo; desgarrándome se llevan al suelo la piel de mis ramas. Es doloroso. Ruedan por el pasto y de pronto cada fruto es una parte de mi cuerpo de mujer. Soy yo… en la tierra casi calva de césped estoy desmembrada, desarmada, desproporcionada. Puedo sentir en mi cabeza los ojos, están tan apretados que se ven delgados casi unas líneas, la abertura de mi boca podría devorarlos al intentar un grito.

Algunos de los frutos comienzan a unirse como gotas de mercurio que se buscan lentamente debido a alguna extraña fuerza de atracción para formar pedazos de mí, mas grandes: piernas, tórax; los pedazos más pequeños surgen de la transformación de uno solo.

El dolor es cada vez más insoportable, siento que por un instante soy parte de él. Lo que no distingo es si duele el cuerpo, o más adentro. Quiero llorar pero no puedo; estoy completamente seca. ¡Quiero llorar!, me hace falta. Quiero dejar de estar aquí, así, sumergida en mi propia piel. De pronto, siento una mano tibia sobre mi frente, mis mudos gritos son imperceptibles, mis gemidos no existen, solo su mano, acariciando mi cabello hecho madriguera a fuerza de tanto revolcarme en la cama.

¡Me dueleeeeee! Y maldita sea, mis torpes labios no son capaces de pronunciar nada, pero yo lo estoy viendo todo desde acá.

-Es que no entiendo lo que dices Mara, no sé si ya se te pasó el efecto ¿Te sientes bien? ¿Mara?

Yo no entiendo lo que pasa fuera de mí; dentro, las entrañas se contraen y vuelvo a ser un árbol. Se dilatan, vuelvo a ser mujer. Inhala, exhala. Árbol, mujer. Inhala, exhala. Piel, corteza.

–  Mara, ¿ya me escuchas?

-Señor disculpe, visita de rutina.

-¿Cuánto tiempo dura el efecto de la anestesia?

-Ya no debe tardar.

Inhala, exhala. Árbol, mujer. Inhala, exhala, Árbol … mujer. Inhala, exhala, mujer.

-Le voy a checar el suero y la presión, pero no se preocupe, hay gente que tarda más en reaccionar.

-Es que se queja mucho.

El dolor es intenso, tan constante, es como si el cuerpo se me estuviera volteando al revés, como si las entrañas quedaran expuestas y la piel, los músculos, por dentro. Me siento tan triste. Inhala, exhala.

-Nosotros podemos controlar el dolor del útero con analgésicos, que es justamente lo que estamos haciendo, pero no podemos zurcir lo demás. Lamento su pérdida. ¿Ha tenido otros embarazos?

-Si, una niña de 3 años.

Inhala, exhala, dolor.

Inhala, exhala, despierta.

Inhala, exhala, tristeza.

Inhala, exhala. Entrañas fuera, piel por dentro.