Ilustración de Casaravilla Escalada. Gentileza de Gerardo Molina

 

Prof. Gerardo Molina – Poeta y Escritor – Uruguay

gerardomolinacastrillo@gmail.com

 

Día Mundial de la Poesía

La Poesía es el Verbo enamorado. Y es placer recurrente del poeta requebrar, enamorar, seducir la palabra. ¡Y vaya que no siempre es fácil conquistarla! Esquiva en veces, otras, se entrega dócil, sin remilgos. Así, su floración se renueva con cada generación, con cada poeta. Pero, si volvemos a su ayer, su perfume se nos revela intacto y embriaga el corazón y enciende los espíritus tal una rosa nacida en este instante.

“La poesía es un fervor y una claridad” había afirmado Amado Alonso y León Felipe “La poesía no es más que un sistema luminoso de señales”. A su vez, Amado Alonso destaca también la importancia del sentimiento que motiva la creación poética. Y si, como afirma la Prof. Mirtha Páez, “Cada poema es un universo donde se plantea una comunicación determinada” es nuestra responsabilidad como poetas mantener encendida y avivar esa llama que recibimos como un don y hacer que su luz trascienda los límites temporales y encienda las auroras del presente y de los siglos por venir. Podemos, en definitiva, enaltecer y enriquecer el código poético utilizando sabiamente los recursos de que disponemos.

 

Soneto a la Poesía

Fue nuestro afán de niño conquistarla

y escapa en el intento nuestra vida.

La Vida fluye de la azul herida

y no vivimos sino para amarla.

 

Sentirla y escribirla y adorarla:

irreal, hechizada, presentida,

llegar al lecho donde está dormida

y con un beso leve despertarla.

 

Imposible, gentil, esquiva, cierta,

en nuestro ser a cada instante abierta

como una blanca flor sobre la herida.

 

Así, en sueños, soñamos y vivimos

y cuando al fin sintamos que partimos

con ella volveremos a la vida.