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El escenario de la seguridad en los barrios privados por Albano A. Mathius

Fotografía: gentileza del autor

 

Albano Augusto Mathiusalbanomathius@gmail.com
Especialista en Seguridad Ciudadana – CPO, Certified Protection Officer
Maestrando Int Estratégica Nacional UNLP – Coordinador Pcia. de Buenos Aires CAPSI
Miembro del grupo de Enlace de la Federación de clubes de Campo

 

La situación de la pandemia debida al covid-19  impactó en el tema de la seguridad de las urbanizaciones privadas.  Los countries tuvieron un gran protagonismo, se generó una gran migración de familias ante la posibilidad de no poder viajar al exterior y ello resultó en una gran demanda de alquileres.

El aislamiento provocado por la pandemia, género en las personas el deseo y la búsqueda un nuevo estilo de vida con mayor contacto con la naturaleza, y esto despertó el interés por lugares donde poderse asegurar ciertos servicios y vivir de un modo distinto y se optó por lugares con casas grandes, piletas de natación, espacios verdes y un entorno seguro. Por este motivo, se comenzó a repensar en las medidas de seguridad, que acompañen a los procesos de transformación para minimizar los riesgos.

En la Argentina la delincuencia y la violencia asociada a ella, han ocupado un lugar central en las agendas de los diferentes gobiernos.  El aumento constante en la percepción de la inseguridad, la desconfianza en las instituciones, la socialización de los más jóvenes con la violencia y la droga, el aumento de la estigmatización social, son algunos de los temas a tener presentes.

En la actualidad es posible observar la presencia de variables asociadas a contextos de exclusión y concentración de indicadores de desigualdad. Muchos barrios enfrentan niveles significativos de delincuencia y violencia, y en los últimos veinte años todo esto se ha agudizado.

La multiplicación de hechos de inseguridad impulsa a quienes viven en barrios privados a preocuparse por el tema de la seguridad; siendo justamente éste el motivo que los llevó a migrar y dejar atrás la ciudad. Al menos, piensan, estaremos protegidos dentro del nuevo hábitat, en su casa o en los caminos internos del barrio por donde se pueda caminar sin la preocupación de ser víctima de la inseguridad que nos asecha.

La búsqueda de seguridad es la causa que se menciona con más frecuencia tanto para explicar el surgimiento de dichas urbanizaciones como para justificar su adopción como residencia permanente.

Esto posiblemente se deba a que el aumento de la inseguridad en las ciudades es el motivo más fácil de apoyar con datos estadísticos provenientes de organismos oficiales y difundidos por los medios masivos de comunicación.

La falta de respuesta del Estado al no satisfacer la demanda de seguridad, ha impulsado a un determinado grupo de la sociedad que puede satisfacer esta necesidad por sus propios medios y contratan seguridad privada en las 24 horas.

La inseguridad ha aumentado dramáticamente en los últimos años en la Argentina. Los delitos contra la propiedad son las más recurrentes. Diversos autores han estudiado las causas del surgimiento de los barrios cerrados en todo el mundo (Blakely y Zinder, 1997; Caldeira, 2000; Low 2000; Landman, 2000; Carvalho, 1997; Svampa, 2001) y ellos consideran que entre las principales causas pueden citarse: el aumento de la inseguridad, la violencia urbana y la incapacidad del Estado para asegurar ciertos servicios considerados básicos.

El surgimiento de los barrios cerrados está íntimamente relacionado por el aumento del crimen, el miedo a la violencia y el sentimiento de vulnerabilidad respecto a este problema social. En el caso de la Argentina, es evidente que, en los últimos años, el «boom» de este tipo de emprendimientos urbanos ha estado totalmente determinado por el aumento de la violencia y la inseguridad urbana.

Otra de las causas de la aparición de barrios cerrados se basa en la búsqueda de un nuevo estilo de vida en contacto más cercano con la naturaleza y donde se escape a los peligros de la ciudad abierta. En este sentido, los residentes en los barrios cerrados valoran el hecho de que los niños pueden tener el mismo estilo de vida de barrio que existía hace unos años en la «ciudad abierta», consistente en jugar en la calle con amigos y andar en bicicleta sin temor a ser asaltados.

En los últimos tiempos las urbanizaciones fueron víctimas de diferentes hechos delictivos, lo que impulsa la generación de políticas de seguridad que posibiliten enfrentar los nuevos desafíos para lo que se requiere una adecuada categorización del área seguridad en su grado de importancia con la asignación presupuestaria correspondiente para poder llevar adelante el exigente trabajo al que debe someterse permanente.

Podríamos preguntarnos: ¿Cuál es la tarea más importante que tiene un gerente de seguridad?, la respuesta es, sin duda, la de evitar que se cometan actos ilícitos que pudieran perjudicar o transgredir la armonía dentro de la comunidad.

Para ello resulta necesario dotar a la seguridad de nuevas tecnologías ya que actualmente son un aliado importantísimo y necesario a la hora de mitigar el delito haciendo uso del empleo inteligente y estratégico de cámaras de vigilancia y otros medios.  Considero de suma importancia que para poder enfrentar la inseguridad se debería destinar atención a esta área y presupuesto, asignar recursos para que los propietarios puedan vivir tranquilos e ir incorporando de manera continua, nuevas tecnologías.

Mencionemos por ejemplo que es necesario en los accesos a los barrios contar con tecnologías tales como: el reconocimiento facial, que permitan a la seguridad administrar ingresos seguros y la Inteligencia Artificial (IA) que es uno de los aliados más útiles para la seguridad.

En estos tiempos si pretendemos seguir operando bajo parámetros de riesgos razonables y tolerables, nuestro sistema de seguridad debe contar con tecnología que permita detectar y demorar la perpetración del delito; que proporcione el tiempo suficiente para la oportuna y eficaz respuesta del sistema de seguridad, y es por ello que considero que la tecnología actualmente desempeña un factor trasformador en la materia, aunque subrayo que no son la clave principal para el desarrollo de las políticas de prevención.

No es una tarea fácil poder brindar seguridad en las urbanizaciones, pero si seguimos abordando la inseguridad con métodos tradicionales, sin ninguna duda no conseguiremos resultados positivos.

En muchas organizaciones se carece de una cultura de prevención, Soy un convencido que la seguridad debe ser buscada proactivamente desde la “PREVENCION“y no ser esperada mediante la PROTECCIÓN”.

Es por ello que resulta importante generar políticas de prevención bien diseñada y ejecutada, destinada a no incentivar al delincuente para que no atente contra los propietarios, Desde este plano, la impunidad se convierte en la aliada principal del delincuente, porque se reduce el costo del delito a su mínima expresión.

La autora Anna Minton: plantea que la seguridad es como una “droga adictiva”, ya que nunca son suficientes los controles y la vigilancia que se implementan, siempre se busca algo más para combatir la “inseguridad, esto genera que; “una vez que nos acostumbramos no podemos prescindir

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