Jorge Enrique Hadandoniu – In memoriam por Gerardo Molina Archivo - Archive Ciencias y Comunicación - Science and Communication Número 14 - Marzo 2022 8 de marzo de 20228 de marzo de 2022 Foto: Jorge Enrique Hadandoniu Oviedo Prof. Gerardo Molina – Poeta y Escritor – Uruguay gerardomolinacastrillo@gmail.com Recibimos la infausta nueva de la partida del catedrático y escritor argentino Jorge Enrique Hadandoniou. Pocas veces hemos sentido tan hondamente la pérdida de un amigo. En este caso, uno de los grandes creadores que la provincia de San Luis ha dado a la literatura americana. Una amistad nacida en la Capital de la Poesía Villa Dolores, Córdoba, que prolongó sus fulgores en otros Encuentros e intercambio de nuestras obras. Y que llegó al máximo de su gran generosidad al escribir un libro sobre nuestra creación “La emotividad memoriosa de Gerardo Molina” y llevarnos hasta Villa Mercedes para su presentación, en edición publicada por el gobierno de su ciudad. Un privilegio, del que aún no nos sentimos merecedores, y por el que estaremos eternamente agradecidos. Sabemos de la grandiosidad de su obra y no dudamos de que su nombre fulgirá junto al de los grandes de la literatura puntana como Agüero, Benarós, Godoy Rojo, Barroso, Lafinur, entre otros Vivió una parte de su infancia en el Cerro, Montevideo, y soñaba con volver alguna vez a aquel lugar junto al Río de la Plata, en viaje que muchas veces proyectamos. Seguramente, su espíritu libre de ataduras, errará por los lugares que le fueron tan queridos. Y, tal vez, como un aura fresca, un día llegue a nuestra frente pata decirnos: “Aquí estoy, no me he ido del todo, y sigo junto a todos quienes integraron el mundo de mis afectos”. Su presencia en nuestro Concurso El año pasado, fue Presidente del Jurado del 5to. Concurso Literario Internacional “Julio Britos Bide”, organizado por “La Página Literaria” del diario “Hoy Canelones”, con esa profesionalidad que lo caracterizaba, en una de las tantas aristas de su quehacer abierto e incondicional. Y, en el mensaje que adjunta a su planilla, el docente integral, el creador insigne, atento a las expectativas de los concursantes, expresa sus conceptos aureolados con el estímulo: “Ante todo, felicitar y alentar a todos los participantes. La inspiración es una llama que necesita alentarse con el ejercicio. Y cada uno de estos renglones merece impulsar su reiteración, que el éxito vendrá como consecuencia. En las presentaciones poéticas se reconoce una variedad amplia de estilos, formas, temas y enfoques. Son el reflejo del eclecticismo que transita nuestro tiempo. Asimismo, la fibra humana se tañe en diversas resonancias, tanto respetando formatos clásicos como incursionando en la libertad expresiva. Se debe destacar –como suele ocurrir en la poesía- el deseo de transmitir una sensibilidad que, probablemente, se haya intensificado por efectos de la cuarentena a que estuvimos sometidos. La reiteración de temas universales no hizo mella en la particularidad de la voz propia. También se pone en evidencia la madurez o iniciación de unos y otros, al transcribir sus sentimientos y percepciones. Algo fundamental que los grandes nos han prescripto, el respeto por la palabra, es un rasgo común a todos los trabajos presentados. Cada cual en su etapa, denotando, como requería Jacques Maritain, que la ‘fuente está purificada’, para ejercer el difícil oficio del poeta o del escritor. Y este rasgo se confirma también en la presentación de los cuentos o relatos. Al respecto, el panorama ya observado en relación a la poesía, se confirma en la prosa.” Biografía y obras Jorge Enrique Hadandoniou había nacido en Villa Mercedes, San Luis, Argentina el 7 de marzo de 1949. Docente, poeta y ensayista. Profesor de Literatura y Castellano. Catedrático de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Católica. de Cuyo. Fue Rector del Instituto Superior de Seguridad Pública. Dictó cursos, conferencias y seminarios y participó como titular en Congresos nacionales, regionales, provinciales e internacionales. Tiene en su haber numerosas libros y premios nacionales e internacionales. Está en manos del gobierno de la provincia de San Luis la publicación de su obra total, noticia que con gran alegría me comunicara meses atrás. En suma, deja un legado inconmensurable, en el que deberán abrevar, ineludiblemente, consecuentes lectores, estudiantes y estudiosos. Entre Borges y Rimbaud El poemario Entre Borges y Rimbaud, integra el libro Obra Poética publicada 1975-2017 de Jorge Enrique Hadandoniou, 498 páginas, Ediciones Acuarela, Granadero Baigorria, Santa Fe, enero de 2018, obra que comentamos en nuestra página literaria del 28 de febrero y 7 de marzo de 2019. Allí expresamos: Acendrado definitivamente el métier, seguro de su ser poeta, atento al devenir cotidiano –interior y exterior- ase (de asir) el instante, lo salva de su efímero destino y transforma en imagen que da a la sed de los vientos. Sabe lo que quiere decir –y cantar-, pulsa su lira y la forma, dócil a sus reclamos, se adecua y se integra en un todo con el contenido, donde fulgirán el recuerdo para el amigo perdido, los vagabundos, las ciudades, vigilias y milagros, las flores, albas y nocturnos, la pausa y las angustias, el destino de hojas amarillentas, las lecturas azarosas, los cuadrados urbanos y la nostalgia del barrio breve, disquisiciones filosóficas, lunas, conexiones y plegaria, el metropolitano con su ayer de carruajes y caballos y más. No ignora, también que “Cada cual, en su jardín, inaugura el día/ y que Con rutina, imperfección y alegría/ se desliza la rueda en su trayecto. / El uno anhela la suerte que disfruta el otro/ sin saborear la propia pacífica merienda…” Y por allí campea, también, la sombra tutelar de César Vallejo y de Miguel Hernández, a quienes dice, coloquialmente: Recíbeme esta lágrima que lloro./ Esta lágrima, Miguel;/ esta lejana lágrima, César./ Perdóname la distancia/ y en ello al que a cada lado/ de la sencilla mesa/ no supo limpiar sus ojos/ y desempañar su mirada./ Quizá hoy, también a mi ladera falda,/ se encumbre o acueste/ una poesía tierna o una dolida alma./ Y esta lágrima irá hacia vosotros/ olvidando al corazón/ que cerca -a lo mejor-, calla./ Recíbeme esta lágrima distante,/ por todos los que te fusilaron, Miguel;/ por los que te pegaron, César…/ Y que en esta oración del agua/ se ahoguen para siempre/ los que al tierno poeta,/ al dulce amigo de la palabra,/ le destrozan cada ilusión/ y le ensucian el alma,/ vertiente sin fin de poemas/ con sus mil proyectos de esperanza. (Ofrenda lejana). Y, en fin, no podemos dejar de recordar y compartir el poema que evoca un año de su niñez, uno solo, pero imborrable en su retina y afectos, en el Cerro, junto a su padre griego, sus pasos por nuestra escuela, las calles junto al mar, juegos y niños amigos bajo este cielo, recuerdos de que nos hablara en nuestros encuentros, con un entrañable afecto y nostalgia de aquel breve lapso: ¿Así que viví en esas calles/ Preservadas del tiempo por el satélite?/ ¿Y puedo ver ahora el camino/ De hace cincuenta años/ Sin que se turbe la memoria?/ ¿Así que aquí estuve/ Y no pude conservar una imagen/ Tan solo para este futuro?/ ¡Cómo se diluyen los días!/ El olor, el sabor y la caricia/ Que descartaban los barcos todavía/ Insinúa mi imaginación despierta.// ¿Así que era la vieja Montevideo?/ Y yo corría detrás de una pelota/ Al amparo del río y del cielo./ Extensos, los dos. (Cerro). Momentos: fotos gentileza de Gerardo Molina Jorge E. Hadandoniu O. Jorge Hadandoniu (izquierda) y Gerardo Molina (derecha)