Cuando la esperanza se irradia en tiempo de zamba… Archivo - Archive Mayo 2020 Noticias - News 27 de mayo de 202027 de mayo de 2020 Hugo Eduardo Avila – Músico, autor y compositor Mendoza – Argentina hugoavila1@gmail.com Cuando la esperanza se irradia en tiempo de zamba… Sin registros válidos para comparar, estos tiempos de pandemia ponen a prueba nuestros sentimientos, emociones, tolerancia y todo cuanto creíamos tener resuelto para el futuro. Tal vez, no es más que un disparador que se instala en el consciente colectivo para exteriorizar lo que cada día, cada persona, se plantea para seguir su vida. Cada amanecer, cada instante, cada momento es irrepetible y representa una nueva oportunidad si estamos dispuestos a avanzar y, fundamentalmente, reconocer y aceptar quiénes somos y qué momento transitamos. Esperanza, palabra que encierra un sinfín de significados porque se adapta a nuestros sueños, ideales y pone a prueba nuestra voluntad por alcanzarlos. Entonces, si somos capaces de ver la oportunidad con esperanza, es probable que estemos frente al inicio de un mejor futuro; solo tenemos que estar dispuestos a forjar el camino correcto, no el fácil, porque después de todo, “… no hay camino, se hace camino al andar…” Un emblema de esperanza, traducido en zamba, nació en los años ’50 en el pequeño pueblo de San Martín, provincia de Mendoza. En la pluma de un hombre sencillo y humilde, hijo de inmigrantes italianos y dedicado a la construcción, cobró vida uno de los poemas, ya universalizados, que sin hacer referencias ideológicas de ningún tipo, traduce los sueños que en todos habitan; y como todo suceso, tiene su propia historia registrada en el anecdotario que celosamente protegen los pueblerinos y que solo confían, en momentos de confidencia, a las almas nobles dispuestas a sumirse en las emociones de la historia. Luis H. Morales, tal reza el seudónimo denunciado en SADAIC en 1964, se llamaba, en realidad Luis Hermengildo Profili (1906-1975). Afecto a la música y los encuentros de amigos, era también un enamorado de la zamba, ese ritmo folclórico tan distintivo de nuestra argentina y tan fusionado a la raíz de los ritmos latinoamericanos. Su otra pasión: la tierra y la vid; tal es así, que ni bien lo favoreció la situación económica, adquirió una finca que se transformó en lugar de encuentro de los amantes del arte nativo. Recuerdan que cantaba acompañado por su guitarra o por el bombo, y a men de su timidez, cada tanto se animaba a cantar alguna obra de su producción; casi siempre, zambas. Reza el historial popular que Félix Dardo Palorma, el ahora prócer de nuestra música cuyana y oriundo de los corocorteños pagos de La Paz, aceptó ayudarlo en la composición de una obra muy especial; claro que jamás lo reconocería públicamente, pero así, en ese pequeño rincón del mundo, nacía la “Zamba de mi esperanza”. La vida me ha regalado, fuera de los límites de esta patria, e incluso del idioma, versiones de esta obra que rápidamente me transportaron a los aromas, el canto del agua, el sabor del vino y el afecto de la gente en el imponente paisaje de mi tierra mendocina, pero además, por la simpleza armónica y sutil genialidad melódica, cada versión solo ha potenciado la esencia del mensaje que la obra proyecta. Claro que este viaje tuvo un inicio, y un protagonista también. Jujeño, de recia y barbada presencia, el mítico Jorge Cafrune se cruzó en la vida de Profili. Cuentan que, con simple interpretación, Don Luis le presentó su obra y, confundido por la impertérrita figura de su oyente, no pudo imaginar el ideario creativo que cobraba vida en el corazón del jinete trovador. La obra alcanzó tanta popularidad en su voz, que la clásica versión, y otras tres, fueron registradas por Cafrune, ligándolo de tal manera que, en obediencia al pedido de la gente, la cantó en tiempos en que la pieza estaba prohibida; también dio vida al mito y la leyenda sobre el trágico final del popular intérprete, pero esa es otra historia. Siempre es tiempo de inicio y el destino, bueno, depende de cada uno, de cada familia, de cada pueblo; y si la esperanza viene vestida de zamba, para quienes la amamos, el futuro, aunque se muestre hostil a la primera mirada, será prometedor y feliz. Hugo Eduardo Ávila 27.Mayo.2020 https://www.facebook.com/hugo.avila.5496/videos/2992253784198332/