Casi mágica: poesía en el Día del Maestro en la Argentina Archivo - Archive Noticias - News Setiembre 2019 11 de septiembre de 201911 de septiembre de 2019 Hugo Eduardo Avila – Músico, autor y compositor Mendoza – Argentina- hugoavila1@gmail.com Por el amor, la pasión y la vehemencia; por la lucha contra el desencanto, por el sacrificio y las vicisitudes. Porque se hacen tuyos los problemas y los ritos mal adquiridos que intentas revertir; porque se torna difícil dibujar imaginación en tiempos en que el entretenimeinto viene prestado, y de afuera. Por enseñar cada letra, cada número, cada trazo para que cada niño logre escribir en las blancas hojas que recibió al nacer, el mejor libro de su vida… ¡Feliz Día Maestra! Hugo Eduardo Ávila Casi mágica Casi mágica, casi eterna habitas el camino de mi inocencia te encuentro cada día y respeto tu presencia. Casi mágica, casi eterna sabia mezcla de madre y compañera. Te encuentro a cada paso del mundo que me muestras, con historias de lápices me llevas a la esencia, de todo cuanto existe desde la primera letra, de todo cuanto sueño y mi curiosidad despierta. A veces me pregunto ¿De qué están hechas las maestras? ¿Será que tiene Dios una mágica receta? Sabia mezcla de amor y paciencia con un poco de amistad de madre, y compañera. Seguro que también tienen comprensión y sapiencia para entender la vida y enseñarla en la escuela. Yo se, me han contado que quien trabaja se lleva el premio de un sueldo justo que se gana, y que se entrega; pero a veces no comprendo, ¿por qué ese premio no llega? ¿será que cuando uno es grande se olvida que fue a la escuela? Ayer me enteré en el aula que mañana tendré otra maestra porque la Seño que tengo está embarazada y nos cuenta, que algún día su hijito aprenderá a leer y a sacar cuentas, igual que aprendo yo aunque a veces me cuesta. Yo se, tengo razón, son mágicas las maestras, pueden con todo y se ingenian para enseñar con lo que tengan. Marcan a fuego el recuerdo, son madres, trabajan y enseñan, son amigas, confidentes, son mágicas, son MAESTRAS. Hugo Eduardo Ávila